El auge de los robots: cómo las máquinas nos ayudan a lidiar con la ansiedad del Covid
Los robots están llegando. Sólo que no de la forma que quizás esperábamos.
En los últimos meses, las empresas han recurrido cada vez más a la automatización para suplir la escasez de personal causada por las bajas de Covid, pero los hoteles de California los utilizan para solucionar un efecto secundario diferente al virus: la ansiedad.
A algunos huéspedes les sigue preocupando que les sirvan la comida y otros artículos los humanos mientras las tasas de infección por Covid siguen siendo altas. Así que, para intentar contrarrestar ese temor, el hotel Radisson de Sunnyvale ,California ha puesto a trabajar a un robot, llamado Wall-E.
Cada vez que un huésped llama a la recepción para solicitar un artículo, en lugar de que responda una persona, empleados ponen en marcha a Wall-E. Abren el compartimento de la máquina y colocan dentro cualquier cosa, desde toallas hasta refrescos. Se introduce el número de la habitación y el robot se pone en camino para hacer una entrega sin contacto físico con el huesped.
Wall-E está programado para evitar los obstáculos en los pasillos del hotel y, cuando se encuentra con otros visitantes o carros de limpieza, les da la vuelta y los sobrepasa.
“Los huéspedes lo adoran y los niños también”, Alex Martínez, director general de Radisson Sunnyvale. Y con razón; el tiempo de entrega de habitaciones a los huéspedes se ha reducido de una media de 15 a 20 minutos a menos de cinco, según Martínez.
Wall-E es un robot de relevo diseñado por Savioke, con sede en Campbell, California. Steve Cousins, fundador y director general de Savioke, asegura que “cada vez son más los hoteles que utilizan nuestros robots para complementar sus equipos y realizar tareas repetitivas y de poco valor, como la entrega en las habitaciones de los huéspedes, lo que permite a su personal centrarse mejor en las tareas de mayor valor y en la interacción con los huéspedes.”
Un robot tarda medio día en aprender la distribución del hotel, incluida la ubicación de cada habitación y la forma de utilizar los ascensores, añade Cousins.
“Tiene una mano mecánica que sale y pulsa el botón para llamar al ascensor y también pulsa el botón dentro del ascensor”, dijo Martínez, del Radisson. Una vez que llega a la habitación correcta, Wall-E llama para anunciarse.
La máquina espera cinco minutos para obtener una respuesta. Si no hay respuesta, Wall-E vuelve a la recepción y se envía una alerta a la habitación.
El desarrollo de los robots y la automatización y su impacto en los puestos de trabajo humanos ha sido durante mucho tiempo un factor de miedo, especialmente en industrias como la manufactura. Pero en el caso del hotel Radisson eso está lejos de ser así. Martínez subraya que los robots existen para facilitar la vida del personal existente, no para sustituirlo.
Este es el caso de todas las industrias en las que se están colocando los robots de Savioke, incluido el sector sanitario, así como hoteles, restaurantes y oficinas, según Cousins de Savioke. “Tener un robot de servicio …read more
Source:: Digiday